Más de 7.200 personas han dado el salto y respaldan un periodismo que nada tiene que ver con los gritos, los clickbaits y las noticias patrocinadas. Un periodismo que informa y sitúa, que reflexiona y comunica gracias a las miles de personas suscritas. Ellas suponen el 70% de nuestro presupuesto y pagan los salarios de las 23 personas ahora empleadas —tres más que en 2019—.
Somos un medio diferente porque para poder hablar sin trabas y defender los derechos y libertades de todas, no recibimos ni un solo euro de grandes empresas ni de lobbies corporativos. No aceptamos dinero manchado de explotación laboral, de desahucios, de desigualdad. Tampoco sacamos rédito de las empresas que mercadean con tus intereses y tus búsquedas por internet. Trabajamos para que, en tiempos difíciles, tengas un lugar seguro en el que estar.
Durante los días más duros de confinamiento, en El Salto nos volcamos para que tuvieras información útil y posicionada, así como análisis reposados y alternativas sociales al desánimo. Hemos destacado lo que estáis construyendo en cada barrio, en cada proyecto social, en cada margen de esperanza para la pandemia. Hemos denunciado las condiciones laborales de las trabajadoras en primera línea y las carencias del sistema sanitario. Hemos ofrecido información laboral útil, denunciado abusos e inequidades y escrito para que las medidas sociales, como frenar los desahucios, se conviertan finalmente en una realidad. Y hemos recordado que otras, como el Ingreso Mínimo Vital, no están funcionando correctamente, y que existen alternativas reales de justicia social (renta básica). Nos hemos acercado a la infancia y a la adolescencia, poniendo el acento en el olvido de sus necesidades.
Hemos multiplicado contenidos y páginas vistas. Todo, gracias a ti, gracias a vosotras, porque nos consideráis esenciales y así lo hemos sentido desde redacción y el conjunto de la cooperativa. Intentamos tratar temas que te importan, temas que nos hacen a todas sintonizar con la realidad de que caminamos juntas, porque estamos junto a vosotras cuando os manifestáis en defensa de la sanidad pública, cuando exigís inversión y recursos suficientes para la educación o cuando demandáis más servicios públicos para no tener que subirnos a vagones atestados.
Por eso, siempre vamos a intentar hacerte sentir que escribes con nosotras. Pasa, ponte cómoda aquí, en El Salto no creemos tener razón ni vamos a gritarte verdades ni a bombardearte con titulares increíbles de noticias vacías. En tiempos de ruido, queremos ofrecerte análisis pausados para leer en el baño, en el sofá con un café o en el vagón del metro, si pillas asiento. El Salto es un lugar en el que estar porque antes de responder, preguntamos; antes de escribir, escuchamos.
En El Salto, somos conscientes de que sabes lo importante que es la existencia de un medio como este, más aún en estos tiempos difíciles que vivimos, y los que están por llegar. Por eso impulsamos la encuesta sobre la monarquía. Y por eso, acabamos de dar un salto adelante y, contra toda lógica empresarial, hemos apostado por crecer para poder ofrecerte más contenidos, mejores análisis y nuevas temáticas que ayuden a alumbrar una realidad que últimamente nos atenaza con excesiva frecuencia.
Pero este crecimiento es una apuesta que necesitamos que respaldes con tu suscripción.
Ahora es más necesario que nunca que respaldes un medio que visitas, disfrutas y compartes. Un medio que te escucha, te acompaña y te cuida. Un medio al que seguramente te hayas planteado apoyar en diferentes momentos pero que, por una razón u otra, has acabado por dejarlo para otra ocasión. Off the record: la ocasión es ésta.
Ahora es más necesario que nunca asegurar balcones como El Salto desde donde poder contemplar el mundo de una forma diferente para construir juntos y juntas alternativas esperanzadoras.
Tenemos el horizonte de llegar a las 10.000 suscripciones. Para eso, necesitamos robarte tres minutos para que pinches en este enlace, te suscribas y empieces a formar parte de EL SALTO.
Gracias de antemano por entender la importancia de cada suscripción.
Un abrazo,
Cooperativa Editorial El Salto