Una extraordinaria asamblea ordinaria
Decididamente a Biolíbere le sientan bien las crisis o, mejor dicho, las socias y socios de Biolíbere sabemos aprovecharlas como oportunidades para avanzar y evolucionar con nuestra iniciativa autogestionada, solidaria y de soberanía alimentaria.
Si la crisis de 2008 fue el pistoletazo de salida del proyecto, que se creaba en 2014 en forma de asociación, los dos años de crisis pandémica que acabamos de pasar han servido para que el pequeño economato de la calle Giralda de Getafe se transforme en cooperativa de consumo, doblando el volumen de ventas y el número de socias y de productoras y productores con los que se abastece a través de una relación directa.
En efecto, el pasado día 3 de abril de 2022 celebramos nuestra asamblea ordinaria con dos puntos del día bastante extraordinarios: ratificar la decisión de transformación de Asociación en Sociedad Cooperativa, de la clase de consumidores, aprobada en la asamblea celebrada el 14 de marzo de 2021, y aprobar los nuevos Estatutos de la Sociedad Cooperativa, que será denominada “BIOLIBERE Sociedad Cooperativa Madrileña”.
Por supuesto, también aprobamos el capital social con el que constituíamos la cooperativa y elegimos a nuestro Consejo Rector. Además, Lourdes, nuestra presidenta, hizo un buen recuento de las actividades realizadas en el año 2021, que no se limitan al proyecto de supermercado sino que incluyen charlas, talleres y dos iniciativas de mayor calado, por su carácter más permanente: el huerto urbano PLÁNTATE y la página de literatura social LíbereLetras, con la que actúa en el ámbito cultural.
También fue de destacar la jornada de puertas abiertas, una gran experiencia de la comunidad de Biolibere que contamos detalladamente en esta otra entrada del blog.
Entre las actividades planificadas para este año tendremos un mes de abril muy completo, comenzando por un plato fuerte que ya fue anunciado también en el blog, la mesa redonda sobre retos y estrategias para la consolidación de los supermercados cooperativos en entornos urbanos y de la que daremos buena cuenta en entradas futuras. Seguirá un coloquio con proyección del documental FOOCOOP y, ya en mayo, una Salida-convivencia de socias y socios a Fresno de Cantespino, además de la participación en el 1º Congreso de Supermercados Cooperativos en Zaragoza. Por último, en junio celebraremos la segunda jornada de puertas abiertas, que esperamos que sea otro momento fuerte para toda la comunidad y para su entorno en el área metropolitana sur de Madrid.
Desafortunadamente, la feria de productores que se había previsto para el fin de semana del 23-24 de abril tuvo que suspenderse a causa de la climatología, pero esperamos que se celebre en un futuro próximo.
Una auténtica comunidad
Todas estas actividades en torno al funcionamiento del supermercado cooperativo ecológico son una de las pruebas más evidentes de que el proyecto está construyendo una verdadera comunidad, lo cual tiene gran significación en el momento de profunda crisis social, política y medioambiental que estamos viviendo.
De hecho, es curioso, si se piensa, que los consumidores y consumidoras de un supermercado podamos juntarnos en asamblea para revisar las cuentas con perfecta transparencia y reflexionar sobre la evolución de los productos que se han vendido en los últimos seis años. Como fue también singular y conmovedor para muchas de nosotras cuando hace algunas semanas una de nuestras proveedoras nos enviaba un mensaje planteándonos la necesidad de subir los precios de los excelentes huevos que nos suministra, obligada por la presión que ejercen las grandes superficies y que está ahogando a las pequeñas explotaciones como la suya. El mensaje se compartió en el grupo de whatsapp de socias y socios, dentro del que pudimos dar nuestra opinión y aceptar colectivamente la subida del precio de los huevos a fin de apoyar a nuestra proveedora y a los pequeños productores agrícolas en general.
El paso de asociación a cooperativa supone una estabilización de estos vínculos que hemos ido construyendo bajo una forma jurídica más formal y que nos brinda muchas más posibilidades de funcionamiento y de financiación. Emilio las explicó con claridad meridiana en nuestra asamblea:
Como las asociaciones, las cooperativas forman parte de la economía social y solidaria; sin embargo, las cooperativas pueden disfrutar de ventajas que solo tienen las empresas, sobre todo en lo que respecta a las ayudas a la inversión, las subvenciones y otras formas de financiación externa. Por otra parte, a diferencia de las empresas, su gestión es absolutamente democrática y permiten muchas más modalidades de vinculación, lo que garantiza una mayor pluralidad y, por consiguiente un mayor impacto social.
En esta otra entrada de nuestro blog ya hablamos de la vinculación de Biolíbere con el movimiento cooperativista mundial y detallamos las corrientes y los movimientos sociales de los que se nutre y con los que entronca. Ahora toca formular cuál es la respuesta que estamos dando con nuestro proyecto ante los retos que plantea la complicada y preocupante coyuntura actual.
Un paso hacia la desmercantilización de la sociedad
Mucho se habla de la necesidad de poner fin a las estructuras capitalistas que nos han conducido hasta una crisis de tal envergadura que la extinción de la especie ha dejado de ser ciencia ficción. Sin embargo, salir de la espiral de consumo que esas estructuras imponen parece virtualmente imposible.
Los supermercados cooperativos ecológicos constituyen, en nuestra opinión, un paso adelante para hacer posible lo imposible. Enmarcados en la economía social y solidaria, se sitúan en una intersección que transforma tanto la experiencia de trabajo como la de consumo.
Esto se logra, en primer lugar, por el respeto que entrañan hacia las personas que participan en la cadena alimentaria, así como por la responsabilidad de todas esas personas, una responsabilidad que puede entenderse y expresarse en términos de cuidado.
En efecto, las relaciones que se establecen en torno al supermercado cooperativo son relaciones de cuidado. Las productoras y productores están tan cerca de las consumidoras y consumidores que ese cuidado surge de forma natural. Como también es natural el cuidado de la Tierra. El círculo es virtuoso porque las consumidoras y consumidores son conscientes del trabajo que representa la producción de los bienes que consumen e impulsan y promueven una gestión responsable de los recursos y del trabajo que dicha producción entraña. Es ecofeminismo aplicado en el día a día, con gestos tan simples como hacer la compra, cocinar, comer…
Además, la propia gestión del supermercado se hace de forma colectiva y entraña horas de trabajo voluntario que abaratan a su vez los productos. Así, formando parte de Biolíbere podemos consumir alimentos y otros productos de primera necesidad y de máxima calidad sin necesidad de invertir una cantidad mayor de nuestro tiempo en actividades laborales sin interés o sin sentido —cuando no perjudiciales o perniciosas— para ganar más dinero y poder permitirnos el consumo de esos bienes, en general, más onerosos que los que pueden comprarse en un supermercado industrial.
En Capitalismo canalla, César Rendueles dice lo siguiente:
“En una época de trabajos precarios donde la ideología política es un chiste sin gracia, llegamos a ser lo que podemos permitirnos consumir. Nos definimos por la lista de la compra. Todo a nuestro alrededor está diseñado para que nuestros gustos mediados por el mercado sean nuestras principales señas de identidad: la tecnología, la música, la ropa, los viajes, la comida… Nos concebimos como agregados de preferencias cuyo único fundamento es que han sido elegidas por nosotros. Es un viaje desesperado a ninguna parte.” (pag. 202)
Pues bien, a través Biolíbere Sociedad Cooperativa Madrileña nos salimos por la tangente de esa espiral hacia el abismo: nos estamos definiendo, de hecho y de derecho, como un colectivo formado por personas capaces de sostener la vida, por elección propia.
Hay otra buena noticia: nuestra cooperativa sigue admitiendo socias y socios. Así que invitamos a todas las personas que se hayan sentido identificadas o motivadas por estas líneas a unirse a nosotras. Todas las manos y todas las inteligencias son necesarias para seguir siendo parte del cambio.