Los impactos sociales, ambientales y sobre la salud del sistema agrario industrializado son patentes hasta para la industria. ¿Su solución? Más tecnología. Pero ese mito tecnológico tiene los pies de barro.
Los informes de Justicia Alimentaria son siempre un referente para entender las estrategias de la industria agroalimentaria, pero este nos ha resultado especialmente revelador por la claridad con la que desmonta el mito tecnológico con el que la industria envuelve su huida hacia adelante en el control del sistema alimentario.
Sensores, algoritmos, maquinaria automatizada, decisiones automatizadas… todo apunta a una supuesta precisión, que no lo es, pero que permite a las grandes empresas adueñarse de los datos del campo y de la producción, en los que encuentran un nuevo negocio.
Agricultura sin tierra, alimentos sintéticos de laboratorio, drones en sustitución de insectos polinizadores, robots… Todo ello aderezado con greenwashing, estrategias de lobby y obtención de ayudas públicas.
La conclusión es clara, hay que sacar el debate del terreno de lo técnico y devolverlo al político: ¿qué modelo alimentario necesitamos?, ¿cómo producir de forma justa alimentos saludables y sostenibles? La agroecología, la gran ignorada de la industria, es el modelo que necesitamos impulsar.
Desde punto&coma hemos hecho la revisión de estilo, el diseño y la maquetación del informe y del documento de propuestas. También hemos escrito (y diseñado) el resumen del informe, recogiendo toda la información básica.