Se habla mucho de «energía limpia» o «energía verde». Pero, ¿qué hay detrás de esos términos? ¿Cómo es realmente la energía eléctrica que consumimos? ¿Cuál es la huella de carbono de una instalación fotovoltaica?
En el caso de La Corriente toda la energía que compramos y vendemos a nuestras socias y socios proviene de fuentes de energía renovable que están certificadas como GdO (Garantías de Origen) en la CNMC, por lo que nuestro factor de emisión es nulo, al ser 0 g/CO2 las emisiones directas de CO2 provenientes de energías renovables. De todo ello ya os hablamos aquí y aquí.
Por otro lado, es evidente que las energías renovables en general, y la energía solar fotovoltaica en particular, implican una reducción inmediata de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), pues las fuentes energéticas convencionales están basadas directamente en la quema de combustibles fósiles como el carbón, gas natural o petróleo, y toda combustión tiene como productos inmediatos CO2 y agua.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la fabricación de los paneles solares fotovoltaicos no está exenta de emisiones, porque ningún proceso o transformación lo está. Se estima que por cada panel solar fotovoltaico fabricado, la huella de carbono tiene un valor medio de 498 kg CO2.
Entonces…¿tiene sentido poner una instalación fotovoltaica en mi tejado?
La respuesta es rotundamente sí, pero para conocer las cifras, y otros muchos datos de interés sobre la huella de carbono, sigue leyendo el último post de nuestro blog…