Hoy es el día mundial de la salud y queremos rendir un homenaje a las mujeres que cuidan, que se organizan y luchan por sus derechos. En la situación de crisis sanitaria en la que nos encontramos, nos damos cuenta más que nunca, que dependemos de las personas que se encuentran en primera fila cuidando de nuestra salud. No solo personal médico y de enfermería, también personal de limpieza y de cuidados básicos.
El pasado 18 de marzo el Congreso entero se levantó para aplaudir a la mujer que se encarga de que las moquetas estén limpias y los pasamanos brillantes. Valentina Cepeda, una mujer que lleva 29 años limpiando en la Cámara Álta, fue el foco de atención y reverencia de sus señorías.
La precariedad de los cuidados
Cepeda no está contratada directamente por el Congreso, no es personal laboral fijo, sino que la contrata Clece, un grupo empresarial y multiservicio que copa el mercado de los cuidados. Al frente, Florentino Pérez. Clece, es la misma empresa con la que se desató el escándalo por tener subcontratadas a personas con discapacidad en condiciones abusivas cuidando el Palacio Real. Clece, esa empresa que despidió a dos trabajadoras en febrero del año pasado porque habían hecho público que no tenían el material necesario para atender dignamente a las personas de la residencia de ancianos en la que trabajaban. Clece, esa empresa de Florentino que nos tiene tan acostumbradas a los abusos y a la precariedad.
Sabemos que muchas mujeres trabajan en el sector de los cuidados de una manera precaria, sabemos que muchas de ellas son mujeres migrantes que enfrentan dobles vulnerabilidades, pero también sabemos que se están organizando.
La dignidad de la autogestión
En el Mercado Social de Madrid contamos con dos entidades de mujeres que se autogestionan. Kuidamor, una cooperativa de mujeres especializada en trabajadoras y trabajadores del hogar y Senda de Cuidados, una organización que ofrece unos cuidados dignos a todas aquellas personas que necesiten ser cuidadas y cuyas familias o amigos necesiten de ayuda para poder llevarlos a cabo.
A3Calles no está todavía dentro del Mercado Social, pero estén naciendo y creemos que necesitan apoyo. Es una cooperativa de consumidores y consumidoras que nace en el madrileño barrio de Vallecas. Tres son sus sellos de identidad: gestión cooperativa, territorialidad y corresponsabilidad.
- Gestión cooperativa porque han decidido dignificar sus condiciones laborales creando una figura empresarial que las contrate y gracias a la cual podrán disfrutar de una prestación por desempleo en caso de que sea necesario.
- Territorialidad porque operan solo en Vallecas, porque es más sostenible, más rápido, se mejoran los tiempos de atención y la calidad de vida de las cuidadoras, además de que da confianza.
- Corresponsabilidad porque las personas que son cuidadas pertenecen a la cooperativa. Se han sentado a hablar para, entre todas, decidir qué cuidados quieren y cómo los quieren.
Las mujeres de A3Calles están de crowdfunding. Lamentablemente lo lanzaron el día que se declaró el estado de alarma.