Espera, no contestes todavía. Antes de responder, te voy a pedir que leas este pequeño relato. Una historia sobre sueños cumplidos a medias, de sueños que en parte se han hecho realidad o de realidades que parecen un sueño.

Esta es la historia de Tim Berners-Lee, el inventor de internet, que hoy celebra su Día internacional. Cuando Tim ideó la web, se imaginaba una comunidad mundial libre y abierta, donde todas las personas más allá de los límites geográficos y culturales pudieran colaborar, compartir información y acceder a oportunidades. Y tras 31 años, podríamos decir que Tim ha hecho de ese sueño una realidad y también que ese sueño se ha cumplido solo a medias. A medias, digo, porque no cabe duda de que Internet tal y como soñaba Tim se ha convertido en una comunidad, una plaza pública, una biblioteca, una consulta de un médico, una tienda, un colegio, una oficina, un cine, un banco y muchas cosas más. Como el mismo Tim reconocía hace poco, aunque “Internet ha creado oportunidades, dando voz a los grupos marginados y facilitando nuestras vidas cotidianas”,  también “ha engendrado oportunidades para los intereses privados” que tratan de hacerse con el control de la información. Una amenaza que atenta contra el interés general y la libertad en internet.

Lo que empezó como un bonito sueño de crear una comunidad libre y abierta, se ha convertido en un espejo del mundo que ya existe fuera de la Red, un lugar en el que se reproducen las mismas desigualdades de poder y en el que lo “común” no es un bien protegido. Por eso Tim sigue soñando con que Internet se reconozca, ahí fuera, como un derecho humano con unos compromisos construidos por y en beneficio de todas las personas. Y así es como lo expresaba en sus propias palabras: “tal vez yo haya inventado la web, pero se ha necesitado de tod@s para construir la web que tenemos, y ahora depende de nosotr@s construir una Red mejor, la web que queremos para tod@s. Si renunciamos, la Red no nos habrá fallado, sino que nosotr@s le habremos fallado a la Red”.

La historia de Internet es también la de la Comunicación Social, una realidad que nace con el sueño de construir entre todas una comunicación libre y abierta, que genere espacios de diálogo y que defienda el derecho de todas las personas a participar en la transmisión de la información y el conocimiento. Es soñar con otras formas de comunicación, con una realidad que puede cambiar nuestras vidas, porque de cómo nos comunicamos depende nuestra forma de relacionarnos. Una oportunidad de dar voz a nuestras emociones para que no queden guardadas en el cajón de las palabras perdidas. Pero si sólo vemos la comunicación como una herramienta para conseguir intereses propios estaremos infravalorando su poder, su fuerza para cambiar lo que somos y su capacidad para construir un mundo en el que estemos todas las personas representadas.

Si una conversación entre personas, un discurso en los medios de comunicación, opiniones en las redes sociales o una campaña de publicidad, son capaces de cambiar comportamientos, de moldear sociedades y crear estructuras concretas, ¿por qué no hacer de la comunicación, una herramienta que es de todas las personas, algo transformador? La respuesta está en nosotr@s mism@s, porque al igual que pasa con Internet, que la comunicación sea un espacio para la participación o un monopolio para el control de la información y de la sociedad en manos de unos pocos, no depende de nadie más que de quienes participamos de ella.

Soñemos entonces como hacía Paulo Freire, el “padre” de la pedagogía del oprimido, con una realidad que ya está en marcha. Soñemos con aulas de colegio en las que el profesor o profesora no es la única persona con autoridad para contar como es el mundo, sino que profesorado y alumnado aprenden mutuamente a través del diálogo. Soñemos también, ¿por qué no?, con unos medios de comunicación que den voz a todas las personas y no sólo a quienes ostentan el poder. Tal vez quien no sea periodista, ni profesor/a piense, “¿y esto qué tiene que ver conmigo?”

Al igual que periodistas o profesorado, todas las personas tenemos algo que enseñarle al mundo y a la vez siempre podemos aprender algo de las demás. Tenemos en nuestras manos el poder de transformar lo que nos rodea sólo con nuestras palabras, con nuestros gestos, simplemente viendo la comunicación como un espacio en el que no estamos solas, un espacio compartido en el que crecemos junto a otras personas con diversas sensibilidades y códigos. Cuidar la comunicación puede cambiarnos, puede hacer que nuestras relaciones se equilibren y surjan oportunidades para el entendimiento de todas las personas. Es nuestra llave para salir de la espiral de enfrentamientos en   que vivimos encerrad@s, para salirnos de la eterna carrera por hacernos con la medalla de la razón.

Este es también el sueño o realidad de la Economía Solidaria. Una red de personas que está impulsando otra economía, basada en la mejora de la calidad de vida de las personas, la comunidad y su entorno, tal y como dice Tim que le gustaría que fuese hoy día internet. La Economía Solidaria nos propone sencillamente, que empujemos con nuestro modo de consumo una economía crítica y responsable que equilibre las condiciones de vida de las personas.

¿Qué podemos perder?

Un modelo de economía que, como lo define la educadora e investigadora ecofeminista Yayo Herrero, “echa a las personas de sus casas; le corta la luz a la gente; hace expedientes de regulación de empleo; recorta en servicios públicos; pretende encerrar a la mujeres en casa; y genera masas de personas desempleadas”.

¿Eso es lo que nos da miedo perder?

Soñemos como hace Yayo Herrero, con sacar nuestra voz y quitarnos el miedo para aplacar, de esta forma, los golpes que prentenden acabar con formas alternativas de concebir el mundo. Formas de vida que ya existen en parte como una realidad y en parte como un sueño a alcanzar, porque como decía Tim Berners-Lee “es el momento de celebrar lo lejos que hemos llegado, pero también es una oportunidad para reflexionar sobre lo lejos que tenemos que ir todavía”.

Ahora sí, dime, ¿cuál es tu sueño? Atent@, que si lo deseas puede hacerse realidad 🙂

Alba Villanueva de Meta-Comunica (Asociación para la libertad de información y comunicación)

Fuentes:
Artículos escritos por Tim Berners-Lee en El País: https://elpais.com/autor/tim_berners_lee/a
Artículo de Yayo Herrero en Zona Crítica de eldiario.es: https://www.eldiario.es/zonacritica/companeras-ataque-economia-social-solidaria_6_767183292.html