Bueno, pues aquí estamos. Imaginamos que si has empezado a leer es porque todo lo que está pasando te preocupa bastante. ¡Y a quién no!
Nosotros también estamos preocupados, desde luego.
En estos días vivimos encerrados y rodeados de miedo. Miedo a la enfermedad, a la incertidumbre, al qué pasará… Y también vemos miedo a la economía, a los mercados, a que se frene el consumo.
Porque vivimos en un mundo en el que todo se viene abajo si no hay crecimiento, si no devoramos recursos.
Porque incluso hay líderes políticos que piensan que sacrificar a nuestros mayores puede ser un precio razonable a cambio de que la economía no se resienta, no sea que se enfade y nos reproche algo.
Un asco.
Lo irónico de todo esto es que en Implícate llevamos ya más de 10 años trabajando para que las cosas cambien; y vaya si van a cambiar.
Igual es el momento de admitir nuestra fragilidad; la necesidad de cuidarnos los unos a los otros; asumir que las fronteras solo están en nuestra cabeza; que la salud es un derecho; y que la economía tiene que aprender a caminar despacio.
Desde Implícate queremos invitaros a todos a participar en ese cambio cuando esto acabe.
Algún día volveremos a las calles y volveremos a abrazarnos, pero ya nada será igual. No debería serlo.
No sabemos qué es lo que vendrá después, pero sabemos que será diferente; que será nuevo.